jueves, 22 de marzo de 2012

Dos versiones de "Noonday heat", el cuadro de nuestra cabecera.

Noonday heat (Calor de mediodía) es el cuadro que nos sirve de saludo visual al blog. Pertenece al pintor Henry Scott Tuke, al que estamos dedicando unas entradas estos días, y tiene un par de versiones. La primera, la misma de la cabecera, fue pintada en 1902 y el chico de la izquierda lleva pantalones. Unos años más tarde alguien le encargó que le hiciera una nueva versión pero con los chicos totalmente desnudos, en plan la Maja Desnuda y la Dama Vestida de Goya. En esta ocasión es una mera copia con ese pequeño detalle cambiado, no es caso de comparar a Scott Tuke con Goya, que ya sabemos que dotó a cada cuadro de una personalidad propia (más impresionista el de la Maja Vestida, o propiamente pre-impresionista ya que ese cuadro junto con los últimos que pintó en Burdeos son considerados auténticos precursores del posterior impresionismo). El segundo cuadro sigue siendo más o menos igual de sugerente porque ya dijimos que Scott Tuke no solía presentar desnudos frontales y en este caso queda también bastante disimulado. A mí particularmente me parece más bonito el primero (aparte de que el dibujo que he encontrado del segundo está un poco más solarizado o la foto ha quedado peor, como prefiráis). La pregunta que se me ocurre es: ¿Por qué quería quien encargó el cuadro que estuvieran desnudos? (ja,ja)


domingo, 18 de marzo de 2012

Más muestras del arte de Scott Tuke

Otra tanda de cuadros del pintor Henry Scott Tuke en la que seguimos apreciando su arte luminista y su predilección temática por el mar y los cuerpos jóvenes desnudos.












domingo, 11 de marzo de 2012

Aniversario de Scott Tuke, autor del cuadro de cabecera del blog

Noonday heat



Hace un par de meses que cambié la cabecera del exhuberante y grandilocuente cuadro de Jacques Louis David "Leónidas en las Termópilas" (ya llevábamos más de un año con él aunque no nos cansábamos, dicho sea de paso) por otro menos épico y más intimista pero también con un toque homoerótico. Pertenece al pintor británico Henry Scott Tuke (12 junio 1858 - 13 marzo 1929) con lo que estamos casi en el aniversario de su muerte y podemos aprovechar para hacer una entrada clásica en nuestro blog sobre personajes del panorama gay, que ya teníamos algo olvidada.



Autoretrato


En su época se codeó bastante con el ambiente gay aunque esto lo tendríamos que poner un poco entrecomillado porque en esa época no había un escenario gay abierto como ahora, pero por ejemplo se codeó en Londres con Oscar Wilde y varias amistades de su círculo y en París conoció a John Singer Sargent, otro pintor con obra homoerótica.


Los bañistas


La mayoría de su obra conocida hoy está compuesta por estas escenas marítimas con desnudos masculinos que tuvieron un cierto éxito en aquellos círculos "gays" que aludíamos pero luego cayó en el olvido, tal vez por considerarse por su temática de interés casi exclusivamente homosexual. Ese olvido duró desde la época de su muerte, 1929, hasta los años 70 y fue precisamente esa comunidad gay que ya empezaba a tomar forma tras Stonewall 1968 la que acudió a su rescate y ahora es un autor muy conocido como icono gay y como gran pintor en general. Hoy hay una labor de búsqueda de sus obras porque todavía no están localizadas las más de mil que pintó y de hecho, sus obras están obteniendo cantidades elevadas en las subastas. En lenguaje internauta diríamos que en estos últimos años está siendo un poco "trending topic".



The critics


Como vemos es todos estos estas bonitas muestras de la entrada, su estilo es impresionista y vemos una clarísima similitud con el también "impresionista luminista" español Sorolla y sus escenas de niños desnudos a la orilla de la playa. Los dos son contemporáneos casi exactos y puede que se conocieran en París en alguno de los viajes de Sorolla aunque no he encontrado referencia concreta de ello, por eso solo digo que "puede" qque se conocieran. Lo que sí parece más probable es que por lo menos tuvieran conocimiento de sus obras respectivas. Sea como fuere, los dos se dejaron seducir por la luminosidad del mar, las escenas de baño y el desnudo.



A standing male nude

El estas obras observamos ese aire homoerótico sutil que lo hace característico, sin traspasar nunca la frontera de lo sexual, evitando en lo posible desnudos frontales y dando a la escena un aire casual sin efecto de posado. Pondremos más ejemplos porque creo que merece alguna que otra entrada adicional para acabar de admirar su obra.



Study for morning splendour



viernes, 9 de marzo de 2012

El huevo con truco (1984) de James McClure



James McClure es un autor con poca obra publicada en nuestro país. De hecho, nuestra obra protagonista de hoy se ha editado como inédita en 2007 según la edición que tengo y que se ve en la foto aunque creo que por los años 80 ya hubo otra traducción llamada El huevo ingenioso. Sea como fuere, estamos ante una de las mejores obras policiacas de esa generación de los años 70-80, que conformarían entre otros P.D. James, Ruth Rendell, Donald Westlake o Peter Lovesey, y que aparece en alguna de las listas de mejores novelas detectivescas de todos los tiempos, ahí es nada.


El escritor nació en Sudáfrica y luego se trasladó a Inglaterra. Prácticamente toda su obra está escrita ya en Europa pero en la mayoría de ellas nos pinta el ambiente de su país natal. Así, la serie de los detectives Kramer y Zondi sucede en una ciudad fictícia de Sudáfrica y en la trama se entrecruzan zulúes, bantúes y colonos blancos en la época del apartheid, lo que la dota de cierta originalidad y añade una nuevo aliciente para el habitual lector de este tipo de novela.


La he disfrutado bastante más desde ese punto de vista cultural e histórico que por el misterio policial propiamente dicho, lo cual no sé si es bueno o malo.

lunes, 5 de marzo de 2012

¡Por fin una elección coherente! Pastora Soler irá a Eurovisión con la balada "Quédate conmigo"

Elegir una artista consagrada, una buena voz y una bonita canción no asegura un buen puesto (como pasó con Paloma San Basilio, que quedó en decimocuarto lugar con una preciosa balada) pero alguien debería haber estudiado bien el palmarés español en el Festival para darse cuenta del alto porcentaje de buenos lugares con baladas y actuar en consecuencia. Por ello me alegra esta elección y de ahí el título de la entrada de hoy.


Demostración de cifras: En los últimos 25 años se han llevado unas 18 canciones poperas, discotequeras, rumberas... y tan solo dos han quedado entre las 5-6 primeras: las Azúcar Moreno (5º puesto) y David Civera (6º). Han obtenido también unos lugares más o menos dignos los tres triunfitos: Rosa (7º), Beth (8º) y Ramón (10º). Todos los demás quedan muy lejos e incluso hay una buena colección de puestos que empiezan con la segunda decena: Antonio Carbonell (20º), D'Nash (20º), Son de Sol (21º), Las Ketchup (21º), Soraya (23º), Lydia (23º) y Lucía (23º). Hasta con Chikilicuatre, que algunos tontos dijeron que había mejorado la media y que siempre teníamos que llevar "cosas de esas", se quedó en el ¡increíble y buenísimo puesto 16! Haciendo la media de todos los mencionados arriba y otros como Eva Santamaría, Daniel Diges, Alejandro Abad... nos queda una media de entre el puesto 15º y 16º; vamos, que Chikilicuatre no la mejoró precisamente.


En ese mismo tiempo han habido apenas 6 que puedan ser catalogadas de baladas o medios tiempos: las canciones de Nina (6º puesto), Sergio Dalma (4º), Anabel Conde (2º), Marcos Llunas (6º) las dos de Serafín Zubiri (14º y 18º) y ahora Pastora Soler. Incluso con Zubiri, que destroza enormemente la media, nos da un resultado de entre el puesto 8º y 9º. Sin él tendríamos una espectacular de entre el 4º y el 5º. Creo que no hace falta hacer comentario alguno porque las cifras hablan por sí solas.


En fin, no hay nada asegurado y podemos quedar también tranquilamente en el puesto 20º pero si lo dicho arriba sirve de algo, creo que hay alguna posibilidad más que otros años de subir por lo menos del puesto 15º y alguna pequeña esperanza de alcanzar incluso los 10 primeros. Lo que ya hay asegurado es que no se va a hacer el ridículo con una pseudocanción o con una mamarrachada.


De la canción en concreto: Quédate conmigo, no he hablado porque no soy precisamente un experto en composición musical ni en estilos o voces. Me pareció la mejor de las tres que había que elegir en la gala del sábado o por lo menos la más efectiva. Empieza lenta y acaba con un "crescendo" fortísimo, algo que suele gustar mucho y que la hace atractiva. Como he dicho antes, tampoco es tan difícil analizar las cifras que he dado más arriba y darse cuenta de que se debe llevar una balada de este tipo con algo más de frecuencia que hasta ahora.


Los eurofans ya hace tiempo que se han dado cuenta de eso y habían apoyado mucho a Coral en un par de veces que se presentó a la preselección. Por cierto, en una de ellas quedó precisamente detrás de Chikilicuatre, lo cual es para quedar tocada y con tratamiento psiquiátrico para toda la vida. Hasta la misma Lucía, nuestra representante del año pasado, se llevó un tremendo chasco porque dos de sus temas eurovisibles quedaron empatados y ella quería cantar la balada "Abrázame". Hasta hubo un instante en que la presentadora era partidaria de que en caso de empate sería bueno que ella misma se decidiera por la que se sintiera más cómoda más allá de reglas preestablecidas en casos de empate, por lo que por unos segundos se dio casi por hecho que esa balada ganaría pero todos conocemos el final: saltó ese conocedor de todo y experto en nada que es Boris Izaguirre invocando la regla de que en caso de empate ganara la que había obtenido más notas máximas (sin que nadie le hubiera dado vela en ese entierro porque no era ni el capitán del jurado ni él era nadie para levantarse a gritos para hacer supuesta justicia) y obligó literalmente a dar por finalista a esa cancionzaca ya mítica de la historia de la música española: "Que me quiten lo bailao". Hay que hacer más caso a expertos (como el jurado de este año) y de eurofans y dejarse de payasos.


¡Suerte, Pastora!

sábado, 3 de marzo de 2012

Un hombre lobo en Galicia. Brañaganda de David Monteagudo

David Monteagudo ha empezado a escribir tardíamente pero ya nos ha dejado un par de buenas obras, Fin y Brañaganda ambas en los límites del género de terror. La primera supuso el descubrimiento de este autor y tuvo un buen éxito de ventas (para lo que es este país, claro). Según Javier Quevedo, amigo del blog y también escritor de literatura terrorífica ("Cuerpos descosidos" 2011) es una de las mejores de este género en los últimos años en un listado que realizó en su blog Walpurgisnacht. Yo, por no hacerle caso en sus recomendaciones, he leído la última y dejo aquella para mejor ocasión.


Brañaganda retoma el mito del lobishome, una forma autóctona de Galicia para denominar un hombre lobo que, por cierto, me parece sonoramente evocadora y mucho más bonita que la tradicional. Ya habíamos oído esa palabra en la muy recomendable película de Pedro Olea El bosque del lobo.


He disfrutado mucho de esta lectura, el ambiente está muy bien conseguido y la atmósfera de terror te envuelve durante todo el libro. Hay quien ha criticado el final tan abierto y también se ha dicho que las últimas páginas son innecesarias. Al parecer ese tipo de final es marca de la casa y no digo mucho más para no desvelar nada. Gustará bastante a los amantes del género de terror pero también a muchos otros lectores porque no ahonda demasiado en cuestiones sangrientas y es todo muy sugerido. Tampoco es descabellado tomarla como un relato detectivesco al estilo whodonit (¿quién lo hizo?) como llaman algunos teóricos al cine y literatura al estilo de Agatha Christie, donde durante toda la obra uno trata de adivinar el autor de los asesinatos, robos... analizando las pistas y acompañando al detective.


Recomendable. Un buen autor a seguir.