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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Los crímenes del número primo de Reyes Calderón, Iglesia y homosexualidad


En esta ocasión no voy a hacer una reseña del libro propiamente dicha pero su lectura me ha suscitado una serie de reflexiones relacionadas con la temática principal de este blog que me gustaría comentar.

La novela narra una investigación policíaca en el entorno de una abadía y, como en muchas otras que implican a la Iglesia ya comentadas también en este blog, aparece el tema de la homosexualidad. Por cierto, por no dejar completamente de lado el aspecto literario y policíaco, he de decir que en líneas generales se trata de una trama bastante absorbente, lo cual no es difícil cuando hay un misterio intramuros del estilo "El nombre de la rosa", y la puedo recomendar a todos los amantes de este tipo de novelas.

Entrando ya en el tema gay, creo que hay una serie de ideas que me parecen algo desafortunadas como cuando la jueza protagonista relaciona ya directamente con la homosexualidad un resultado de un resto de sangre con sida en el cuerpo de una víctima, sin pensárselo dos veces ni hacer un análisis de otro tipo de posibilidades. ¿No hay mujeres con sida? ¿tampoco heterosexuales? Pero vamos, esa jueza tiene clarísimo que necesita urgentemente investigar locales gays. Y claro, curiosamente va a uno un tanto extremo en el que se apagan las luces y todos se lo montan con todos. Es tan estereotipado que parece descrito como para que se piense que todos son de ese estilo y que allí se va a lo que se va sin miramientos, sin precauciones y a realizar una megaorgía brutal. Desconozco la intención real de la autora pero tras leer esos pasajes me ha quedado un poso de amargura.

Sin destripar mucho el desarrollo de la trama y su final, también quisiera comentar el hecho de un suicidio de alguien que aparece en la novela por causa de descubrir que un familiar es homosexual y tenerse que exponer a esa "vergüenza" ante los demás. También me parece algo desproporcionado porque los hechos narrados ocurren hoy, no se trata de una novela histórica medieval como la anteriormente mencionada de Umberto Eco. Es verdad que desgraciadamente no es lo mismo ser homosexual en una gran ciudad como Madrid o Barcelona que en una ciudad pequeña o un pueblo pero aún así, tal como se narra, es un poco exagerado. Otro gallo canta con las opiniones que se vierten en la novela de personajes relacionados con la misma Iglesia; ahí no hay nada que objetar porque la realidad es la que es. A pesar de que el mismo Papa Francisco ya ha dejado claro que "quién es él para reprochar nada a los homosexuales" (aunque con algún matiz) está claro que hay muchos más papistas que el Papa.

martes, 12 de marzo de 2013

Donald Strachey, otro detective gay del novelista Richard Stevenson

No se agotaron las novelas policíacas con detective o héroe gay con las entradas que hice hace unos meses y cada cierto tiempo descubro nuevas. Muchas de aquellas obras comentadas como las de Pgarcía, George Baxt o Michael Nava son inencontrables salvo en librerías de viejo o en lugares como El Rastro en Madrid, Los Encantes en Barcelona y otros mercadillos similares en otras ciudades. Precisamente en esos maravillosos "Encantes" (por cierto, una palabra más bonita y evocadora que "Rastro") encontré hace unos días esta novela que no me dijo mucho por el autor ni la portada pero me llamó la atención una frase de la contracubierta que decía: "Donald Strachey, el detective menos mujeriego de la literatura policíaca" y rápidamente se activó mi antena gay para descubrir que se trataba efectivamente de un detective homosexual.

Por aquí solo se ha traducido, que yo sepa,  la obra "Por otra parte, la muerte" (On the other hand, death, 1984), con la cubierta que ilustra esta entrada. En esa editorial no aparece otro libro de este autor ni tampoco lo encuentro por otro lugar traducido. Obviamente los originales en inglés, para los que leáis perfectamente en ese idioma, sí se pueden encontrar en internet (Amazon y similares) y también a precios muy económicos en páginas como Iberlibro.com de libros de segunda mano. En esa página hay algunos (de este autor y de muchos otros) que no llegan ni al euro aunque, eso sí, el precio aumenta por los gastos de envío si se piden uno a uno a librerías diferentes del Reino Unido o Estados Unidos pero aún así pueden salir por apenas cuatro o cinco euros, que es bastante menos de lo vale por aquí incluso uno de bolsillo.

La serie de este detective, como veremos a continuación, se sigue publicando hasta nuestros días por lo que suponemos que tiene bastante aceptación en su mercado y muestra de ello es el hecho de haberse adaptado para la pantalla (hablaremos de ello en la siguiente entrada). A ver si alguien se decide por aquí a publicarla. Los títulos de las novelas de Donald Strachey son hasta el momento:
1. Death Trick (1981)
2. On the Other Hand, Death (1984) Por otra parte, la muerte
3. Ice Blues (1986)
4. Third Man Out (1992)
5. Shock to the System (1995)
6. Chain of Fools (1996)
7. Strachey's Folly (1998)
8. Tongue Tied (2003)
9. Death Vows (2008)
10. The 38 Million Dollar Smile (2009)
11. Cockeyed (2010)
12. Red White Black and Blue (2011)
13. "The Last Thing I Saw" (2012)

 Por otra parte, "On the other hand" (como la muletilla que dice muchas veces el detective y además sirve como título de su segunda novela) el autor se llama Richard Lipez, con el pseudónimo de Richard Stevenson para la serie, y es un periodista norteamericano abiertamente gay.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Gay Flower, un detective muy particular del escritor Pgarcia

 

Ya que estamos haciendo un pequeño repaso de detectives gays en las últimas entradas, si hay un detective gay por excelencia, hasta en el nombre, ese es Gay Flower (de Gaylor R. Flower). Bajo ese pseudónimo se esconde José García Martínez-Calín, autor de muy diversas obras: novelas, teatro, ensayos, guiones de cine y de variados géneros: humor, ciencia-ficción, policiaco... Esta serie de Gay Flower es un homenaje a las novelas y cine clásico de género negro pero no solo como referencia ya que por sus páginas pululan directamente detectives como Marlowe, Lew Archer, Charlie Chan o el famoso abogado Perry Mason. A este último le gana un litigio en lo que con mucha guasa titula "el único caso que perdió Perry Mason". También visitan sus páginas los propios autores de novela negra y unos cuantos actores son incluso protagonistas de las tramas como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Cary Grant...

En alguna antología de literatura policiaca española no aparece este autor, tal vez porque estas novelas se consideren más humorísticas que detectivescas en sí. De hecho, las resoluciones de los casos son más bien fortuitas y rocambolesacas e importa más la galería de personajes con los que se topa Gay Flower, lo cual no es de extrañar si decimos que este autor trabajó en la famosa revista satírica La Codorniz y fundó después una especie de continuación llamada La Golondriz.

Algunos títulos de estas novelas son también bastante cachondos como  "El calzoncillo eterno" que no es sino un juego de palabras con el título ingés de la famosa novela de Raymond Chandler "El sueño eterno" que en inglés es The big sleep" y suena igual que "The big slip" o "Flower siempre llama dos veces" parodiando "El cartero siempre llama dos veces". Toda la serie es un delirio exagerado con casos, situaciones, personajes y diálogos a cual más absurdo, que o bien te hace reir o te cansa un poco. A mí me ha pasado un poco lo mismo con las dos únicas obras que he podido leer, "Gay Flower, detective muy privado" y "El nombre es Flower", que a ratos eran muy divertidas y por momentos eran un poco más cansinas por tanta acumulación de absurdo. De todas formas se pasa un buen rato. Por lo olvidado que parece el autor hoy, muchas de sus obras son casi inencontrables; se han agotado y no hay reediciones. Se consigue algo por internet o en alguna librería especializada y de segunda mano.

Las historias de la serie son: Gay Flower, detective muy privado, 1978, El nombre es Flower, 1982, Flower, al aparato, 1982, Demasiados muertos para Flower, 1983, Flower en El calzoncillo eterno, 1983, ¿Pero hubo alguna vez 800.000 puestos de trabajo?, 1984, Flower en El Tataranieto del Coyote, 1985, El Método Flower, 1991 (con "Encontrar un culpable" y "Adiós, muñeco)" y otras novelas cortas como: Flower siempre llama dos veces, 1995,  Flower, blanco y negro, 1996, La leyenda de Fulwider y Trevillyan, 1996, Mi nombre es Flower, 1997, La venganza de Flower, 1997, Flower, te necesito, 1998, La cliente de Flower, 1999, Fulwider, Trevillyan & Moriarty, Ltd., 1999  y Flower, punto final, 2002.

martes, 13 de noviembre de 2012

El detective travesti turco de Mehmet Murat Somer


Ya que hablamos en la entrada anterior de protagonistas homosexuales en la literatura policiaca, me gustaría dar un repaso a otros detectives gays. Me leí hace unos años una novela titulada "El beso asesino; un caso del primer detective travesti", en el que este personaje del cual no se menciona el nombre decide investigar un caso de asesinato. Nuestro protagonista de hoy ejerce de informático de dia y regenta un club de ambiente de noche. La muerte de una de sus chicas le llevará a involucrarse extraoficialmente en ese caso. Lo más interesante de esa novela, más que la trama policiaca que no recuerdo como demasiado apasionante precisamente, es la descripción del ambiente gay en Turquía. Tal vez creemos que no existe algo así por allí  pero que según el autor "en determinadas zonas la vida nocturna gay se prolonga los siete días de la semana, 24 horas, algo comparable a San Francisco" y todo ello a pesar de que en ese país existen leyes que persiguen la homosexualidad.
Esa primera novela se publicó en 2006, un poco después salió "Los crímenes del profeta" y creo que ahí se pierde la pista de esta serie, editorialmente hablando, en España. Tampoco se encuentran muchas más pistas por internet sobre esta serie pero parece que Mehmet Murat Somer ha escrito unas cuantas más sobre este detective aficionado. En todo caso hay que aplaudir la valentía del escritor por atreverse con este personaje en Turquía.



viernes, 9 de noviembre de 2012

Marta Sanz y su detective gay Arturo Zarco


Hemos hablado anteriormente en el blog de unos cuantos investigadores gays del panorama literario: el detective Henry Rios de Michael Nava (ver entrada), el peluquero gay metido a detective Tomas Prinz de Christian Shunemann (ver entrada) y el curioso detective negro y gay Pharoah Love de George Baxt (ver entradas). Por aquí también hay alguno que otro y hoy nos ocuparemos del sin par Arturo Zarco, cuarentón y gay atraído por chicos jovencitos (su ex esposa le llama directamente pedófilo). Dos novelas de Marta Sanz son protagonizadas por este detective, las que vemos aquí arriba en su diseño de cubierta. O tal vez deberíamos decir coprotagonizadas porque me acabo de leer la primera: Black, black, black y se divide en tres partes donde vemos los acontecimientos primero en su propia voz, en segundo lugar en la voz de una de las sospechosas por medio de un diario, para terminar con el relato de su antigua mujer que acaba de solucionar el caso ¿o no?

Como podemos adivinar de la estructura comentada, estamos ante una obra muy original para lo que es la literatura policiaca de los últimos tiempos. Cada una de las partes es una vuelta de tuerca más para el esclarecimiento del caso pero más que eso, para ver una situación y unos personajes con ojos diferentes. En realidad es también una bonita reflexión acerca de la inabastabilidad de la "verdad", la relatividad de los hechos y la subjetividad con que cada uno vive su vida. Por ello estas obras (por lo menos la primera, que es la que he leído; hay también críticas bastante positivas de la siguiente) van algo más allá de la adscripción a un género y de hecho, está publicada en la editorial Anagrama, en su colección general Narrativas hispánicas rodeada en el catálogo de Bolaño, Vila-Matas, Pombo, Tomeo, Piglia, Molina Foix...

En la primera novela no está presente mucho el ambiente gay y éste se limita al protagonismo del detective, a la narración de algún devaneo amoroso y a alguna perlita que se va colando en la conversación telefónica de la ex pareja. No busquemos por tanto tramas homosexuales o localizaciones y personajes del ambiente como en Michael Nava y George Baxt. Como suele ser habitual, no comento demasiado la trama en sí, para no destripar la obra. Ya la descubriréis vosotros mismos. Una pequeña joya en forma de novela detectivesca que merece mucho la pena por su cuidada escritura, por su arriesgada estructura y por lo que te hace reflexionar. Con todo ello huelga decir que la recomiendo sin ambages.

viernes, 9 de marzo de 2012

El huevo con truco (1984) de James McClure



James McClure es un autor con poca obra publicada en nuestro país. De hecho, nuestra obra protagonista de hoy se ha editado como inédita en 2007 según la edición que tengo y que se ve en la foto aunque creo que por los años 80 ya hubo otra traducción llamada El huevo ingenioso. Sea como fuere, estamos ante una de las mejores obras policiacas de esa generación de los años 70-80, que conformarían entre otros P.D. James, Ruth Rendell, Donald Westlake o Peter Lovesey, y que aparece en alguna de las listas de mejores novelas detectivescas de todos los tiempos, ahí es nada.


El escritor nació en Sudáfrica y luego se trasladó a Inglaterra. Prácticamente toda su obra está escrita ya en Europa pero en la mayoría de ellas nos pinta el ambiente de su país natal. Así, la serie de los detectives Kramer y Zondi sucede en una ciudad fictícia de Sudáfrica y en la trama se entrecruzan zulúes, bantúes y colonos blancos en la época del apartheid, lo que la dota de cierta originalidad y añade una nuevo aliciente para el habitual lector de este tipo de novela.


La he disfrutado bastante más desde ese punto de vista cultural e histórico que por el misterio policial propiamente dicho, lo cual no sé si es bueno o malo.

sábado, 5 de febrero de 2011

George Baxt, una afeminada forma de vivir.

Llevamos unas cuantas entradas reseñando obras de este célebre escritor en su época y un tanto desconocido hoy, sobre todo por estos lares. Le dedicamos ahora una entrada más general sobre su vida y milagros para redondear la serie. Nació en Nueva York en 1923 y desde sus inicios se dedicó a los medios de comunicación, principalmente como escritor. Trabajó en la radio, escribió guiones para la televisión y también hizo sus pinitos como agente de actores. De esta etapa él cuenta una anécdota que ahora es dificilmente comprobable: dice que llegó a echar a James Dean de su despacho porque olía mal y necesitaba un buen baño.

Parece ser que era toda una personalidad y que tenía una lengua viperina; vamos que hubiera sido toda una joyita para las tertulias del corazón que tenemos hoy. Dijo un famoso cronista americano que George Baxt era el tipo que adorarías invitar a una fiesta pero que no querrías tenerlo en el bando contrario. Entabló relaciones sociales importantes, sabía muchas anécdotas de la gente y ello conllevaba un cierto peligro si lo hacías enfadar. Ya me lo imagino como la reinona de todas aquellas fiestas (ja,ja). No era de todas formas un hipócrita y también contaba cosas suyas; parece ser que no escondía sus relaciones homosexuales e incluso contaba como se llegó a acostar con algunos de sus profesores cuando era jovencito. Esto nos ha dado una pista para titular la entrada como una afeminada forma de vivir, homenajeando el título de su novela Una afeminada forma de morir (A queer kind of death) aunque lo de afeminado en castellano queda un poco peor que "queer".

Para el cine firmó unos cuantos guiones en el campo del terror que ahora ya son clásicos: Circus of horrors (1960), The city of death (1960), The shadow of the cat (1961) y Vampire circus (no acreditado, 1972). De su producción literaria ya hablamos de la saga del detective negro gay Pharoah Love que empezó precisamente con esa Una afeminada forma de morir (1966). Reiteremos de las entradas pasadas la valentía de esas obras con personaje abiertamente gay en la época pre-Stonewall, cuando todavía apenas se habían alzado voces en favor de los derechos de los homosexuales.

Escribió luego otras novelas también de corte misterioso, detectivesco y de ciencia ficción como A parade of cockeyed creatures (1967), I said the demon (1969), The Neon graveyard (1979) o Satan is a woman (1987). En 1984 empezó otra exitosa serie de novelas ya comentadas también en la entrada anterior sobre personajes famosos y crímenes inventados sobre ellos: The Dorothy Parker murder case (1984), The Alfred Hitchcock murder case (1986), The Marlene Dietrich murder case (1993) o The Fred Astaire and Ginger Rogers murder case (1997).

Estuvo trabajando prácticamente hasta sus últimos días porque tenemos fechada su muerte en 2003, poco después de escribir algunos libros mencionados. Como dijimos en anteriores entradas: esperemos que alguien recupere algunas de esas obras. Parecen todas muy interesantes y alguien se podría fijar en ellas. En España se publican al año unos 60.000 libros, tal vez ahora algunos menos por la crisis, y creo que estos tienen un hueco. Yo ya he hecho una pequeña labor de recuperación en la modesta medida de mi blog e incluso me he llevado la sorpresa de que buscando más datos para esta entrada he visto mi reseña sobre Una afeminada forma de morir en la primera página de Google al poner George Baxt, no sé si eso es al acceder desde mi página o si sale así para todo el mundo. Desde luego es todo un puntazo si entre las primeras diez referencias sobre el autor está la mía. En fin, seguiremos recuperando figuras queer conforme las vayamos encontrando. Hasta pronto.

jueves, 3 de febrero de 2011

"The Alfred Hitchcock murder case", "The Greta Garbo murder case" y otras novelas policíacas con famosos de George Baxt

George Baxt dejó la saga de Pharoah Love en 1968 (ver entrada anterior sobre la serie del detective gay y sobre Una afeminada forma de morir) y siguió publicando otras novelas de corte también policíaco y de misterio así como guiones de cine. En 1984 escribió The Dorothy Parker murder case donde introducía personajes famosos dentro de una trama detectivesca y fue todo un éxito. Muchos lectores y críticos valoraron los detalles verídicos que aportaba a esa ficción gracias a su experiencia en los círculos cinematográficos y sus relaciones sociales gracias a ellos. George Baxt no dejó pasar la oportunidad y de 1984 a 1997 escribió 13 obras, prácticamente una por año, con protagonistas famosos: The Alfred Hitchcock murder case, The Greta Garbo m.c; The Bette Davis m.c; The Mae West m.c; The Humphrey Bogart m.c. e incluso por parejas: The Fred Astaire and Ginger Rogers m.c; The Clark Gable and Carole Lombrad m.c... No es de extrañar ese éxito que tuvieron en Estados Unidos y creo que también lo tendría por aquí, así que tampoco estaría nada mal que alguien las rescatara junto con aquella saga del detective gay. En fin, este autor hasta hace un mes totalmente desconocido para mí y creo que para muchísima gente ha protagonizado ya tres entradas en el blog (y tal vez haré una última un poco recopilatoria de su vida) con lo que ya considero hecha una cierta recuperación en la medida de mis posibilidades. Por cierto, le faltó hacer una sobre mi actor favorito: The Cary Grant murder case (ja,ja)

viernes, 28 de enero de 2011

La saga del detective gay Pharoah Love

Un par de entradas atrás hablé del descubrimiento por mi parte de la novela Una afeminada forma de morir (A queer kind of death, 1966) de George Baxt. Todo un hallazgo porque ahora son inencontrables por aquí tras un fugaz paso editorial a finales de los años 60 de las tres primeras. Como apunté en aquella entrada, se trata de una serie de misterios protagonizada por un detective negro gay. Lo de gay era bastante arriesgado porque todavía no se había iniciado la lucha por los derechos homosexuales que se dispararon muy seriamente tras las revueltas de Stonewall en 1969 y hasta ese momento los gays solo eran vistos de una manera simpática si eran peluqueros, modistos o artistas cómicos. La gente no se imaginaba que un abogado, periodista, economista o detective con pinta seria pudiera ser gay. Lo de negro y encima protagonista cuando el autor es blanco tampoco era nada usual y recordemos que Martin Luther King murió asesinado en 1968, con lo que la lucha por los derechos de la raza negra en USA estaba en esos momentos en un punto álgido pero todavía no completa ni del todo asentada (como lo demuestra el mismo asesinato comentado de Luther King). Osadía aparte y centrándonos ya en la saga, el detective Pharoah Love inició sus andaduras con la comentada A queer kind of death (1966), continuó con Swing low, sweet Harriet (1967) y acabó como trilogía en Topsy & Evil (1968). Tras esas tres novelas escritas en tres años seguidos, el autor se dedicó a otros menesteres y por tanto se dió como terminada esa serie pero cuando todo parecía olvidado reapareció sorprendentemente en 1994 con otras dos novelas cuyo título referenciaba al primero: A queer kind of love y A queer kind of umbrella. La serie ahora sí que quedará tal como está tras el fallecimiento del autor en 2003. No estaría mal que alguien se acordara de reeditar esta interesante serie.

sábado, 15 de enero de 2011

Una afeminada forma de morir (A quer kind of death, 1966) de George Baxt

Paseando por los Encantes de Barcelona me encontré con este viejo libro que, como buen queer detective, me llamó la atención por ese título. Lo de detective gay es una expresión que se hizo popular hace tiempo, supongo que por los años 70 tras Stonewall y los inicios del movimiento gay, para denominar a todo aquel que veía cosas gays por todos lados o que olfateaba homosexualidad a la legua y no se le pasaba ni una pequeña señal. Vamos, que la gente gay, tras años de prohibiciones y señales ocultas para comunicarse, había desarrollado como un radar y unas antenas especiales para detectar todo lo que pudiera ser afín a su "gremio". Obviamente esa palabreja tenía algo de burlesco y fue acuñada por parte de los heterosexuales pero tuvo un relativo éxito y se sigue utilizando sin especial significado peyorativo. Bueno, pues yo llevo a veces ese radar y efectivamente a veces detecto a distancia material gay (ja,ja).

Desconocía totalmente este autor y no le dí más importancia pero compré el libro ya que costaba solo un euro (los Encantes son como El Rastro en Madrid para los que no conozcan Barcelona). Una vez en casa lo leí vorazmente, investigué sobre ese autor desconocido para mí y me llevé la sorpresa de que es toda una celebridad en Estados Unidos como guionista de Hollywood y que como escritor fue uno de los primeros en crear una saga protagonizada por un detective gay, y en este caso lo de detective gay es literal. Esta novela que encontré tirada por el suelo y rescaté milagrosamente es la primera de una serie policiaca protagonizada Pharoah Love (Faraón Love aquí, aunque ya puestos podían haberlo castellanizado más). Este personaje de nombre tan sugerente es de raza negra y gay, toda una osadía en el año 1966 ya que recordemos que las revueltas de Stonewall se producen en 1969 y que los primeros movimientos de liberación gay como consecuencia de las mismas y la sensibilización social sobre el tema de la homosexualidad es muy lenta y progresiva en los primeros años 70. Supongo que para los grandes entendidos en literatura policiaca esta serie es una más entre tantas pero esa particularidad y atrevimiento la hace un tanto especial y merece un puesto entre las destacadas de esos años 60-70. El autor acabó la saga tras tres novelas bastante seguidas pero sorpresivamente la retomó en los años 90 con dos nuevas entregas. No he visto que estén editadas por aquí y creo que merecerían la pena.

Como ha sido una pequeña sorpresa y es tan desconocido por estos lares creo que merece alguna entrada futura sobre la serie, sobre otras novelas policiacas interesantes que tienen personajes famosos en su trama, sobre su cine y sobre su persona.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Asesinatos en la Academia Brasileña de Letras, de Jo Soares

Acabo el año con la reseña de uno de los libros que más me han gustado de este 2010 aunque no es una novedad ya que se publicó en 2007 por aquí. Se trata de una novela detectivesca bastante imaginativa. El autor es brasileño y tal vez por ello aporta un tipo de escritura algo diferente a lo que estamos acostumbrados, conservando de todas formas la intriga propia de este género. El estar ambientada en el Río de Janeiro de 1924, cuando se estaba construyendo el Cristo del Corcovado, le aporta también cierto atractivo histórico. No dudo en recomendarla. Además, para los que no tengan mucho tiempo, es relativamente corta, no es un tochazo como se estila en los últimos BestSellers. Literariamente hablando es muy agradecida y los personajes son muy atractivos, quizás sea también por lo desacostumbrado de la localización. Una pequeña joyita dentro del intrincado océano de la literatura policiaca. Por cierto, la edición de Siruela es muy exquisita, como siempre (recordemos la preciosa colección de literatura medieval). ¡Algunos nobles no reparan en gastos y se lo pueden permitir! Recordemos que el creador de Siruela es ni más ni menos que el hermano de nuestra conocidísima Duquesa de Alba, que por supuesto es también Condesa de Siruela entre otras decenas de títulos. Habrá que hacer alguna entrada al respecto (ja,ja). Del mismo autor existe también por aquí otra obra llamada El Xangó de Baker Street donde el protagonista es ni más ni menos que el gran Sherlock Holmes en un supuesto viaje a Brasil. Promete también. FELIZ 2011 A TODOS!!!!!!!

lunes, 27 de diciembre de 2010

Cuentos sangrientos y policiacos de Emilia Pardo Bazán

Conocemos a la escritora gallega como representante del realismo español y como introductora del naturalismo, un tanto más radical que el anterior. No obstante, la autora de Los pazos de Ulloa también fue muy dada a la literatura fantástica, que podríamos considerar un poco alejada de esos presupuestos realistas pero no necesariamente incompatible. Escribió numerosísimos cuentos a lo largo de su vida y los más truculentos se suelen agrupar en antologías de temática específicamente de misterio como las que vemos en esta entrada, una de ellas con ese bonito título sacado de uno de sus cuentos: Un destripador de antaño. Coincidió con aquellos años de cambio de siglo en los que precisamente se estaba poniendo de moda un tipo de literatura que ahora llamaríamos "de género" gracias a escritores como Edgar Allan Poe o Arthur Conan Doyle. Pardo Bazán, viajera e inquieta, entró en contacto con esta literatura (que ya tenía por aquí representantes como el Bécquer de las Leyendas y otros románticos tardíos gustosos de historias oscuras). Muy interesante lectura, sorprendente por no esperada y, como vemos, muy al alcance por las muchas versiones que podemos encontrar. Es además una lectura muy adecuada para el metro o autobús porque se trata generalmente de relatos cortos que se acabam e unos minutos. La autora se va a poner también de moda porque se prepara una serie de televisión sobre ella. He leído que se pondrá especial acento en su lucha feminista. En aquella época desde luego que fue bastante adelantada ya que se separó de su marido y vivió a partir de entonces libremente su vida sexual sin importarle los comentarios (que serían muchos). Se dice que mantenía incluso relaciones simultáneas y su nómina de conquistas incluyen a Benito Pérez Galdós y a Narcís Oller. Supongo que la serie no se recreará mucho en esa faceta, eso ya sería más de un "destripador moderno" como Jorge Javier Vázquez (ja,ja).



miércoles, 15 de septiembre de 2010

Aniversario de Agatha Christie

Ya sabéis que no siempre toco necesariamente la temática gay si la ocasión lo requiere o si algún acontecimiento me suscita algún comentario o, simplemente, un dia me apetece hablar de algo en concreto. Y hoy no puedo dejar pasar que hace 120 años (un 15 de septiembre de 1890) nació la escritora que más libros ha vendido. Solo hay más ejemplares de la Biblia en todo el mundo que libros de ella pero el libro sagrado lleva muchos años de ventaja y además no conocemos a su(sus) escritor(es) con lo que ella es la persona con nombre y apellidos que está en lo más alto. No voy aquí a desgranar sus méritos o deméritos literarios, no es misión del blog y ya conocemos el tipo de escritura y técnicas utilizadas en la novela detectivesca, pero estar en esa primera (o segunda) posición ya merece el mayor de los respetos. Y hoy también se gana esta entrada de mi parte porque sus novelas me acompañaron durante mi juventud y junto a otro tipo de escritores como Miguel Delibes me empujaron a querer escribir. Ella me enseñó la eficacia de la escritura sencilla y la magia de tener en vilo al lector sin decir nunca todo (aunque ella lo hacía para engañar y despistar) y en ello tampoco se diferencia tanto de Miguel Delibes, que por otros caminos y con otras intenciones consiguió "elaborar" una escritura sencilla y directa, sin que lo dicho sea una paradoja porque ya se sabe que acabar escribiendo de forma sencilla es, si cabe, más laborioso. A veces algo no es sencillo sino que lo parece tras un duro trabajo de despojamiento de elementos innecesarios. En fin, ya me he enrollado como siempre (con elementos innecesarios que desmienten ese deseo de parecerme a ellos, ja,ja,ja). Por otro lado, tengo nostalgia por esas portadas antiguas de la Editorial Molino tan explícitas, coloristas y hasta desagradables, todas llenas de sangre, salpicaduras, hachas, pistolas, venenos... Todavía conservo casi todas, porque tras todo lo expuesto no extraña si digo que las tengo todas. Curiosamente he dejado de leer unas pocas para no tener que decir que ya las he leído todas y que no me queda ninguna por disfrutar hasta que me muera; no sé si es una tontería pero me gusta saber que quedan unas pocas en la recámara. Por lo de las portadas, ahora se han edulcorado mucho, no sé si para ser políticamente correctas o para no asustar a los menores que puedan verlas en quioscos y librerías. Son muy sosas y apenas se ven algunas siluetas humanas en escenarios abstractos con lo que bien podrían confundirse con cualquier novela romántica. No me parece bien y sinceramente me quedo con aquellas. Me despido dandole un aplauso virtual y felicitándola por su producción que ya la ha inmortalizado como la gran dama del crimen de aquí a la eternidad.







miércoles, 17 de marzo de 2010

Novelas detectivescas del peluquero gay Tomas Prinz

El escritor alemán Christian Schünemann está creando una serie de novelas policíacas que se prevee larga dado su éxito. De momento a España nos han llegado las dos primeras: Der Frisör (El peluquero, 2004) aquí llamada El primer caso del peluquero, quizás acertado comercialmente, para identificar que se trata de la primera novela de una serie a seguir y Der bruder (El hermano, 2008). Ha publicado otra más, Die Studentin (2009) que obviamente nos llegará pronto. Debéis pensar el porqué de traer esta serie detectivesca al blog ya que no es muy habitual pero lo hago porque el protagonista peluquero es tan estereotipado que resulta que es... (a que sí lo adivináis)... ¡gay! En realidad no es una originalidad especial ya que han habido otros antes. De hecho dediqué hace tiempo otra entrada a una serie del abogado gay Henry Rios, del escritor Michel Nava que por cierto me parece muy superior porque al hecho de ser un protagonista gay se le une una coherencia temática. En aquel caso el abogado Henry Rios suele interesarse por temas de homofobia y está presente la realidad social de la homosexualidad mientras que aquí , de momento, el peluquero parece una mera excusa para estar a la moda y parecer original. También creo que se puede encontrar en el mercado otra obra reciente con detective gay: Sendero sombrío, de Dominique Manotti, de un tono más sombrío y por tanto de lleno en la llamada novela negra, y también bastante recomendable. Últimamente se descuida la coherencia total de las obras: cuando se pone un detalle o se elige una persona ha de ser estrictamente necesario para el devenir del relato. En general no me parecen del todo satisfactorios estos libros de Christian Schünemann no solo por ese hecho sino por el tono general. Las tramas tampoco es que sean totalmente absorbentes aunque la segunda es un poco más original porque el protagonista trata con una persona que dice ser hermano suyo de un lío que tuvo su padre con otra mujer. Ya tardaba mucho en aparecer un nuevo detective gay con tantos investigadores de la Grecia clásica, de Roma, de la Edad Media, de la antigua China y de todas las condiciones sociales, genéricas y profesionales que nos están inundando. En fin, podéis echarles un vistazo si queréis ya que se leen fácil, como casi todas las policíacas, o si sois aficionados a este género pero no esperéis nada nuevo ni sorprendente

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tarántula (1984) de Thierry Jonquet

Pretendiendo pasar un rato leyendo esta novelita (apenas 100 páginas) me he encontrado con una gran obra que me gustaría compartir. Se trata de un relato policíaco del autor francés Thierry Jonquet, uno de los máximos representantes de la novela negra que se etiquetó hace unos años como "polar" para denominar a los francófonos que se dedicaban a ella. Lo bueno, si breve, dos veces bueno y esto ocurre aquí. Es una obra muy oscura y críptica. Es muy intrigante porque no te enteras de lo que está pasando hasta casi el final y de hecho, los mismos protagonistas se enteran de lo que realmente están haciendo también muy al final con lo que no se trata del típico engaño al lector o al espectador como estamos acostumbrados. Según los textos de presentación en las diversas ediciones y en todas las críticas te sumerges en un ambiente muy brutal, no apto para estómagos delicados. De hecho, la edición que tengo (Editorial Júcar, la de la portada en negro con una pistola) advierte que dudó si incluirla en la colección. Quizás son un poco exageradas todas estas palabras y yo no he vomitado ni me he estremecido tanto. Tal vez tenga un estómago a prueba de bombas de tanto ver películas de terror (por cierto, ya tenemos encima el Festival de Cine Fantástico de Sitges). De todas formas me interesó bastante porque también me encontré con ciertos matices homosexuales dentro de la trama. El protagonista esconde algo que no se acaba de saber aunque tiene en su casa un cuadro en el que está travestido y siempre lo tiene tapado. También hay un tema de cambio de sexo en contra de la voluntad de uno de los personajes que tiene influencia en la trama y que por tanto no detallo más. Según he sondeado por internet, parece que Almodóvar llegó a interesarse por los derechos de la obra y se dice que los llegó a comprar aunque de momento no se ha sabido nada en varios años. También hay que señalar que el autor (en la foto de abajo) nos acaba de dejar apenas hace unos meses, en agosto de 2009. Sirva esta entrada como pequeño homenaje al autor y a esta pequeña obra maestra avalada en esta ocasión y sin que sirva de precedente, por la crítica y por los lectores.