
Hace unos meses escribí una crítica de la nueva novela de Javier quevedo Puchal: Todas las maldiciones del mundo (2009) pero no pude referenciar su primer trabajo porque no lo había leído. Cuando se realiza una crítica se tiene que tener normalmente toda la información posible del autor y haber leído su trabajo anterior para que el resultado sea lo más justo y redondo posible aunque desgraciadamente no siempre se puede. Tampoco es ningún crimen hacer una crítica individualizada de una obra y por tanto aquella se puede quedar como está. Comentaré ahora más brevemente su primer trabajo publicado: El tercer deseo, que obtuvo bastante éxito según la Editorial Odisea aunque no tengo datos al respecto. Me parece una gran primera obra y personalmente me ha gustado más que la segunda. El resultado final es muy redondo, cosa que vaticina el nombre de la primera parte,
Lo cíclico de las cosas. Unos cuentos evocadores de corte clásico, como inspirados en
Las mil y una noches, marcan la cadencia de cada capítulo y nos introducen en varios episodios emocionales y amorosos del protagonista. La estructura de saltos temporales no tiene como misión despistar al lector sino que lo convierte en parte activa de la historia al tener que relacionar cada episodio y pensar en las derivaciones que pueden conllevar las decisiones y acontecimientos del pasado. La obra rebosa melancolía y pesimismo pero llevadas con un cierto humor característico del autor ("
la vida no es un cuento de hadas, es un cuento de hijos de puta") como se comprueba también en su segunda obra. Por cierto, al leer sus obras en orden inverso me he encontrado con

que el título de la segunda ha podido salir de una frase de ésta primera como acto autoreferencial: ("Todas las maldiciones e imprecaciones del mundo se están agolpando en el marco de mi cabeza con la vileza de un tumor" página 111). Acabo ya esta breve crítica porque es su obra pasada y al autor me imagino que le hace más gracia promocionar su "nuevo hijo", porque eso son los libros para un autor, y también porque cuando acabas de leer un escrito que te ha gustado mucho puedes no ser totalmente objetivo. Lo que sí me gustaría comentar es la cubierta del libro. Dos editoriales que publican libros de temática gay como Odisea y Egales se empeñan en poner fotos insinuante o directamente de desnudos, cosa que creo que desvirtúa en ocasiones el contenido. En este caso también tenemos un primer plano muy directo y algo agresivo de un chulazo que nos parece anunciar un novelón rosa al estilo de Corín Tellado, y eso que no es tan descarada como otras de ésta colección llamada "Inconfesables" (podéis ver otras portadas en internet). En mi modesta opinión se banaliza el contenido de ciertas obras, como la que nos ocupa hoy y que no dudo en recomendar de todas todas como novela que merece salir de la etiqueta de "literatura gay" para formar parte del grueso de obras literarias interesantes en España en estos primeros años de siglo.