
Volvemos a las películas de la Mostra Lambda tras el interludio excepcional futbolero. Hoy le toca a una producción gala centrada en dos mujeres que acaban teniendo una extraña relación. La más joven tiene novio y se traslada al piso de la mayor para estar más cerca de sus clases de piano pero esta mujer espera acapararla y conseguir tener una relación con ella. A partir de ahí se inicia un tira y afloja muy extraño. La obsesión de la mujer por la chica llega a extremos incluso violentos, tanto que por momentos parece que asistamos a una película de suspense o terror psicológico. La mayoría del público que asistió al cine salió un tanto sorprendido, con expresiones como: ¡vaya película! Por cierto, hay que decir que otros años ha habido una cierta paridad de películas gays y lesbianas pero en la edición 2010 solo podemos mencionar esta entre las ocho de la sección oficial y alguna más como
Ghosted (Alemania /Taiwan, 2009) de Monica Treut entre el resto de secciones; documentales aparte. No creo que estén muy contentas, y más viendo su reacción ante esta única película. También me gustaría comentar algo que me sigue haciendo bastante gracia cada año. En los filmes gays que estaba viendo en los primeros días compartía asientos con un público mayoritariamente masculino y había solamente unas cuantas mujeres o incluso ninguna. Cuando fui a entrar para el filme que comento hoy me encuentro tal fila de mujeres que hasta me dio un poco de cosa, como si quisiera invadirles un hipotético espacio. Creo que al final estuve yo y un par más de hombres. Obviamente es bastante lógico pero no deja de ser un poco exagerado y extremado. En los cines generalistas, aunque sea un filme gay como
Brokeback Mountain, supongo que la cosa está más repartida. En películas infantiles se ven sobre todo niños pero también padres y otro tipo de gente. Me hace gracia hacer un ejercicio mental y pensar en un cine lleno de mafiosos para ver
El Padrino, otro lleno de soldados para ver una bélica
, otro lleno de curas y monjas para ver alguna historia bíblica, otro lleno de prostitutas, todas pintadas, para ver aquella de Fernando León de Aranoa (
Princesas)... Bueno, tonterías mías tal vez.