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martes, 3 de abril de 2012
Última tanda con muestras del arte de Scott Tuke
jueves, 22 de marzo de 2012
Dos versiones de "Noonday heat", el cuadro de nuestra cabecera.

domingo, 18 de marzo de 2012
Más muestras del arte de Scott Tuke
domingo, 11 de marzo de 2012
Aniversario de Scott Tuke, autor del cuadro de cabecera del blog

Hace un par de meses que cambié la cabecera del exhuberante y grandilocuente cuadro de Jacques Louis David "Leónidas en las Termópilas" (ya llevábamos más de un año con él aunque no nos cansábamos, dicho sea de paso) por otro menos épico y más intimista pero también con un toque homoerótico. Pertenece al pintor británico Henry Scott Tuke (12 junio 1858 - 13 marzo 1929) con lo que estamos casi en el aniversario de su muerte y podemos aprovechar para hacer una entrada clásica en nuestro blog sobre personajes del panorama gay, que ya teníamos algo olvidada.
En su época se codeó bastante con el ambiente gay aunque esto lo tendríamos que poner un poco entrecomillado porque en esa época no había un escenario gay abierto como ahora, pero por ejemplo se codeó en Londres con Oscar Wilde y varias amistades de su círculo y en París conoció a John Singer Sargent, otro pintor con obra homoerótica.
La mayoría de su obra conocida hoy está compuesta por estas escenas marítimas con desnudos masculinos que tuvieron un cierto éxito en aquellos círculos "gays" que aludíamos pero luego cayó en el olvido, tal vez por considerarse por su temática de interés casi exclusivamente homosexual. Ese olvido duró desde la época de su muerte, 1929, hasta los años 70 y fue precisamente esa comunidad gay que ya empezaba a tomar forma tras Stonewall 1968 la que acudió a su rescate y ahora es un autor muy conocido como icono gay y como gran pintor en general. Hoy hay una labor de búsqueda de sus obras porque todavía no están localizadas las más de mil que pintó y de hecho, sus obras están obteniendo cantidades elevadas en las subastas. En lenguaje internauta diríamos que en estos últimos años está siendo un poco "trending topic".
Como vemos es todos estos estas bonitas muestras de la entrada, su estilo es impresionista y vemos una clarísima similitud con el también "impresionista luminista" español Sorolla y sus escenas de niños desnudos a la orilla de la playa. Los dos son contemporáneos casi exactos y puede que se conocieran en París en alguno de los viajes de Sorolla aunque no he encontrado referencia concreta de ello, por eso solo digo que "puede" qque se conocieran. Lo que sí parece más probable es que por lo menos tuvieran conocimiento de sus obras respectivas. Sea como fuere, los dos se dejaron seducir por la luminosidad del mar, las escenas de baño y el desnudo.
A standing male nude
El estas obras observamos ese aire homoerótico sutil que lo hace característico, sin traspasar nunca la frontera de lo sexual, evitando en lo posible desnudos frontales y dando a la escena un aire casual sin efecto de posado. Pondremos más ejemplos porque creo que merece alguna que otra entrada adicional para acabar de admirar su obra.
Study for morning splendour
viernes, 11 de febrero de 2011
La Gioconda, mitad hombre mitad mujer



domingo, 5 de diciembre de 2010
Nosferatu como obra romántica. Influencias de Caspar David Friedrich y Arnold Böcklin.

Tradicionalmente se define Nosferatu como obra del expresionismo alemán pero tal vez no sea del todo acertado. Murnau es casi un rara avis dentro de esa corriente supuestamente homogénea. Para empezar, bebe más del romanticismo tardío, del realismo de finales del siglo XIX y del simbolismo. La influencia en su puesta en escena de la obra de Friedrich, Böcklin o incluso Turner es mucho más palpable que la de los expresionistas más contemporáneos como Franz Marc, Oskar Kokoschka, Edward Munch, Emil Nolde y ya no digamos de los expresionistas abstractos como Kandinsky.

Películas como El gabinete del doctor Caligari sí que se ajustan más a ese tipo de expresionismo por la distorsión de sus escenarios creados ex profeso para crear expresar ciertas emociones. En Murnau, y no solo lo digo por Nosferatu, domina mucho más el realismo de los espacios naturales. No era muy del gusto de inventar escenarios y su obra está plagada de grandes escenas en exteriores. La influencia de la obra del pintor Caspar David Friedrich es bastante palpable en las espectaculares imágenes montañosas durante el viaje al castillo del Conde Orlock.




El mismo castillo solitario y algunas imágenes de ruinas del filme recuerdan a otras tantas obras del pintor alemán. En ambos casos se evoca el concepto de la inexorabilidad del tiempo, que tan bien simboliza el propio Nosferatu: eterno y duradero pero también decrépito y solitario.


La escena de la mujer protagonista esperando al lado del mar también tiene una referencia muy clara a otros cuadros de Friedrich. Ella está sola ante la inmensidad como amenaza.


El mismo velero Empusa con el que Nosferatu llega a la ciudad se parece a alguno de los grabados y cuadros del mismo pintor, en el cual el tema del mar está muy presente. Simboliza también esa inmensidad de la naturaleza ante la que los seres humanos estamos empequeñecidos.


La posterior llegada en barca de Nosferatu a la que será su casa tiene otra muy clara influencia en el famoso cuadro del pintor simbolista Arnold Böcklin La isla de los muertos, aunque la foto que he encontrado no es la que hubiera querido con toda la perspectiva de los edificios.


En general también hay una atmósfera neblinesca muy del gusto de William Turner. Con todo lo dicho parece algo temerario encuadrar Nosferatu y toda la obra de Murnau (El último, Amanecer, Tabú...) en el expresionismo alemán. En cuanto al romanticismo en sí como concepto no cabe duda que estamos ante una de las historias más arrebatadoras de la historia del cine y eso era muy del gusto del estilo del Romanticismo del siglo XIX.

Ya véis que no nos estamos refeririendo a lo que hoy se suele entender por romántico: acaramelado, amoroso y propio de la novela rosa sino al auténtico Romanticismo de aquel estilo, es decir al Sturm und drang (tormenta e ímpetu) alemán de los Schiller, Novalis, Goethe y de otros autores de otras latitudes como Victor Hugo, William Blake o por aquí Espronceda, el tardío Gustavo Adolfo Bécquer y Zorrilla (con su escena fantástica en el cementerio de Don Juan Tenorio). Esta gente gustaba de pasiones enfermizas, tormentas, naufragios, cementerios, fantasmas, aquelarres... así que realmente el término "romántico" no suele ser utilizado hoy en su acepción histórica más precisa.

En este sentido más estricto no cabe duda de que Nosferatu es una obra totalmente romántica al cien por cien y que hubiera sido aplaudida por esos artistas. Hemos hablado de literatura y de los pintores Friedrich, Böcklin y Turner pero también hay que recordar los dibujos visionarios de Blake y Füssli, el último Goya de las pinturas negras, el Gericault de los naufragios y todas las pinturas que representaban ruinas decadentes.

No sé si he sido convincentemente con la teoría que quería demostrar de que Nosferatu es dudosamente expresionista y mucho más romántica y simbólica (aquí podríamos hablar también del simbolismo de la sangre pero ya se nos haría muy largo para una entrada de un blog) pero aquí queda ese pensamiento que, por cierto, es compartido por algún otro estudioso del cine.

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F.W. Murnau,
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terror (cine y literatura)
jueves, 9 de septiembre de 2010
Algunos desnudos de Jacques-Louis David


martes, 7 de septiembre de 2010
El Rapto de las Sabinas (1799) de David

desnudos tanto individuales como colectivos pero sobre todo femeninos y además parece ser que nunca se había mostrado el culo de un hombre tan descaradamente en primer plano, aunque eso sí, aparece un poco en sombra por el escudo y la luz se la lleva más una de las sabinas, acrecentado por el vestido blanco que actua casi como foco. Todo eso suaviza algo ese culo tan cercano y así pudo pasar sin tanto escándalo. Recordemos que en el período neoclásico había un fuerte control crítico por parte de la Academia Francesa y todo estaba bastante pautado por lo que Jacques Louis David tuvo algún que otro problema por sus formas de componer ciertas escenas. En fin, os dejo con una nueva maravilla del museo del Louvre, y en este caso del mismo pintor, para deleite del ojo. Si clicláis en la imagen se puede ver más grande para apreciar mejor los detalles, cosa que no puede hacerse tanto aquí por el propio formato de entradas del blog.
jueves, 2 de septiembre de 2010
Leónidas en las Termópilas (1814) del pintor francés Jacques Louis David


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