
Según últimas investigaciones, el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci tiene rasgos de Lisa Gherardini (de ahí lo de Mona Lisa) y del amante del pintor: Gian Giacomo Caprotti. Ese muchacho trabajó en su taller y se dice que estuvieron juntos durante más de veinte años. Era uno de sus mejores ayudantes y parece que también el preferido en otros ámbitos. Podemos ver su apariencia física en los dos cuadros de abajo que representan a San Juan Bautista, en los que Caprotti fue modelo totalmente confirmado. Los nuevos estudios ven claros rasgos del muchacho reproducidos en La Gioconda (nariz, ojos y boca). La enigmática sonrisa adquiere un nuevo elemento de morbo ante esa dualidad. Con esta hipótesis también se aclara, de momento, otro enigma que escondía el cuadro y es que en las pupilas de esa señora, señor o travesti Leonardo había pintado dos letras: L y S. Durante años se especuló con algún apellido oculto de la tal Lisa Gherardini o con otro nombre de otra dama pero ahora parece explicarse que la L corresponde efectivamente a la tal Lisa y la S al amante del pintor que era por todos conocido como El Salai. Igual dentro de unos años hay una nueva


explicación porque todo lo que rodea a Leonardo es altamente misterioso. Lo que parece claro es que la condición sexual de todo artista sí tiene influencia directa en su arte, en contra del pensamiento de ciertos estudiosos que siempre quieren esconderlo todo y nunca mencionan la homosexualidad de Lorca, Proust, Genet, Murnau, Miguel Angel o Leonardo, entre muchos otros, como parte explicatoria de su obra. Y que conste que lo del amante de Leonardo lo ha dicho el alto directivo de Patrimonio Cultural de Italia que se encargaba de este nuevo estudio, o sea que no es ninguna salida de tono de algún estudioso gay ni ninguna apropiación de la comunidad gay. Entre unas cosas y otras tenemos "Códigos Da Vinci" para rato.