El 21 de mayo de 1935 murió una de las mujeres que más hizo por los desfavorecidos y que más visibilidad lesbiana proporcionó en aquella época. Jane Addams ganó incluso el Premio Nóbel de la Paz por toda su labor humanitaria. Tras un viaje a inglaterra donde pudo ver una institución de ayuda a los pobres decidió hacer algo parecido en su Chicago natal y así creó la conocida Hull House. En principio acogían a gente desfavorecida y en general a jóvenes de clase obrera y les ayudaban en muy diversos sentidos: había cocinas comunitarias, gimnasios, guardería e incluso alojamiento. La labor era doble ya que la gente que ayudaba adquirió de paso una gran experiencia en lo que hoy llamaríamos asistencia social y desde allí también se hizo una contribución a la docencia ya que se impartieron diversos cursos educativos e incluso hubo formación artística, preferentemente musical. Por si todo esto fuera poco, Jane Addams se dedicó a todo tipo de reivindicaciones. Desde allí luchó para que hubiera una ley de tribunales de menores, la jornada laboral de ocho horas para las mujeres, el sufragio femenino y la igualdad de derechos para negros e inmigrantes. Algunas de estas últimas causas le valieron cierta animadversión porque ya conocemos por ejemplo como estaba en Estados Unidos todo lo relacionado con el racismo mucho antes de que apareciera Martin Luther King. Fuera de ese país alcanzó un gran renombre cuando presidió el Congreso Internacional de la Mujer que se celebró en La Haya y creó la Liga Internacional de Mujeres para la Paz y la Libertad (en 1919, un período de entreguerras en el que el pacifismo tampoco era muy popular ya que la guerra era algo patriótico y estas reivindicaciones eran tomadas como pasividad a la hora de defender a tu propio país). Toda esta última labor internacional le dio más renombre y, como ya anticipamos, le valió el Premio Nóbel de la Paz en 1931, unos cuatro años antes de su muerte. Llegado este punto os preguntaréis el porqué de su inclusión en nuestra sección de Santoral Gay. Todo lo comentado en esta entrada la convierte en figura importantísima de nuestra época y por lo tanto me parece justo dejar para el final el hecho de que viviera durante casi cuarenta años con Mary Smith, una de las trabajadoras de la citada Hull House. Iban juntas a todos los sitios e incluso pedían en los hoteles una cama de matrimonio. De ahí lo que apuntamos al inicio sobre la visibilidad lesbiana, otra cosa que en aquella época tampoco le granjeó muchas simpatías que digamos. A toda esa labor humanitaria hay que sumarle, por tanto, esa lucha callada por dar normalidad a la condición homosexual. Sin mucho grito elevado (este tema era todavía más tabú en esos años que algunos de los otros comentados) decidió llevar su vida junto a Mary sin ni ningún complejo y sin esconderse con lo cual dio mucho ejemplo y fue por tanto espejo y referencia para muchas lesbianas (y gays tal vez) de esos años. Sirvan estas modestas líneas como homenaje a esta gran mujer, que desgraciadamente no suscitará hoy tantos comentarios como el triunfo de Belén Estéban en el Mira quién baila, pero que como mínimo merece un recordatorio.
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2 comentarios:
Todo un ejemplo a seguir esta mujer! si señor!!
nennacanale es rosa tambien.toda rosa
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