miércoles, 20 de mayo de 2009

"Reflejos en un ojo dorado" y otras obras de Carson McCullers

Carson McCullers (1917-1967), nacida Lula Carson Smith, es considerada todavía como la mejor escritora sureña norteamericana junto a William Faulkner, como dijimos en la anterior entrada. Además suele ser considerada como un icono para la comunidad homosexual y para la misma crítica gay por su persistencia en tratar personajes transversales, inconformistas, a contracorriente. En su propia vida se le reconoce una amante, Annemarie Clarac-Schwarzenbach. En su obra literaria también aparecen personajes casi directamente homosexuales como (ver artículo anterior) "Frankie y la boda" (1946) y "Reflejos en un ojo dorado" (1941). En esta última se narra una historia en un lugar muy cerrado y opresivo como es una academia militar. Uno de los mandos superiores vive allí con su mujer aunque iremos descubriendo que no la satisface sexualmente. este hombre también se ve subyugado por el homoerotismo de esos lugares, con el contacto físico entre los hombres camaradas. No se dirá nunca directamente pero es evidente que por lo menos se trata de un personaje bisexual. Se hizo una película en la que este personaje estaba interpretado ni más ni menos que por Marlon Brando, y allí el director hace más evidente ese deseo homosexual en diversos paseos en los que se queda mirando con envidia los jóvenes cuerpos de los soldados. También hay una escena en la que el personaje repasa su colección de postales y fotografías favoritas, todas ellas estatuas griegas de hombres desnudos. Hay una frase de la novela, también reflejada en la película, que puede ser recurrente para demostrar más todavía la homosexualidad del general. En un momento en que discute con su mujer (Elizabeth Taylor en el cine) le dice que si le parece bien presionar un cuadrado para que acabe encajando en un círculo o si es preferible encontrar otro cuadrado en el que encaje perfectamente. Creo que es incluso hasta gráfico más que metafórico. El resto de su obra narrativa la forman "El corazón es un cazador solitario (1940) y los relatos que forman "La balada del café triste" (1951), incluyendo el que da nombre al conjunto. Hace poco que Seix Barral ha recopilado todas sus obras excepto "El corazón es un cazador solitario" en un tomo titulado "El aliento del cielo", que recomendamos sin reservas como uno de los acontecimientos literarios del año pasado aunque haya pasado desapercibido ante los bestsellers más obvios. Mencionar también su obra de teatro " The square root of wonderful" (1957) y otros escritos autobiográficos y ensayísticos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Javi: a Ian Fleming debia de gustarle la autora para llamar a su casa de Jamaica: GoldenEye..Alx.