Ayer vi esta película, que se cuenta entre las mejores del cine francés anterior a la "nouvelle vague". Su autor comparte protagonismo en esos primeros años del cine galo junto con nombres como Jean Renoir, Jean Cocteau, Marcel Carné o René Clair. Recientemente se ha incluido este filme entre los 1001 que hay que ver antes de morir y también suele aparecer en muchas otras votaciones de este tipo. Con actores bastante desconocidos y algunos no profesionales en esos momentos consigue un retrato muy creíble y poco forzado de la Francia en época de guerra. La niña protagonista queda huérfana después de una impresionante escena inicial de bombardeo nazi (yo la pondría entre las mejores de toda la historia por su planificación) La siguiente escena es todavía más conmovedora. Muere también su perrito pero ella lo sigue llevando en brazos. Una familia la sube al carro con el que huyen y le tira el perro al río pero ella quiere seguir aferrada a algo que le sea conocido y se baja del carro para rescatarlo, cosa que consigue. Nos llena de ternura pero también de cierto desagrado el ver que va a seguir abrazando a ese perro muerto y a partir de ese momento la muerte y la soledad no dejará de tener protagonismo en el metraje hasta el mismo final. No destripo nada más de esta película tan ejemplar y emotiva que tal vez el espectador del siglo XXI no reciba en su debida consideración por estar acostumbrado a otro tipo de cine.
1 comentario:
Hola Javi, soy tu primo Rogelio, gracias por tu mensaje en mi blog. Estoy viendo este blog y me parece interesantísimo, por contenido (especializado)y envoltorio, permite descubrir otros horizontes "rosas" más allá de los que nos vienen inyectando de modo comercial.
Cuando puedas dame la reseña de tu libro (o me la dará Alfonso cuando hable con él) que de seguro será tan interesante como este blog.
Un abrazo!
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