Nadie puede poner en duda que Judy es el icono gay por excelencia y así se desprendió de una encuesta realizada en 2009. Esa identificación es harto discutible para mi entender y pensaba que en en los últimos tiempos se había ido diluyendo pero encuestas como esa demuestran que no. En mi libro El Celuloide Rosa decía en la contracubierta de una forma provocativa que había que dejar de peregrinar a la tumba de Judy Garland y centrarse en otros problemas contemporáneos más importantes, y es que me parece un poco tonto identificarse con ella porque sí, con razones tan peregrinas como que llevó una vida difícil, que murió tempranamente y que protagonizó El mago de Oz. Se da también la casualidad de que murió justo en la víspera de las revueltas de Stonewall y en una película llamada así, Stonewall, hay un personaje que nos dice que después de la muerte de Judy ya todo daba igual y que por eso se lanzó a la calle sin miedo, para homenajearla. La canción Over the rainbow que interpreta en la película antes mencionada también se ha convertido en un himno gay. No voy a contradecir nada de ello pero por el mismo motivo podríamos adorar a cientos de hombres y mujeres y adoptar como himnos otras tantas canciones con letras susceptibles de interpretación antidiscriminatoria. En ciertas épocas, era muy normal sublimar el sentimiento gay (sustituirlo por otra cosa) e identificarse con personajes que nada tenían que ver con la realidad homosexual. Así pasó también en España con ciertas folclóricas (Imperio Argentina) o con Saritísima Sara Montiel; un equivalente patrio de Garland. Eso era debido a que no habían otros modelos ya que la homosexualidad no era visible, mucho menos en la España franquista, y por tanto era medianamente lógica esa sublimación del deseo gay en espectáculos como los musicales de cine y teatro. La adoración de sus musas fue una consecuencia necesaria entonces pero anacrónica hoy. Sea como fuere, ya es tarde para acabar con ese mito y veo que el tiempo no lo mitiga, así que no soy yo quién para destrozar lo que la comunidad gay piensa. De todos modos también es cierto que las nuevas generaciones están evolucionando y ya no es tan corriente encontrar a gays de menos de 20 años que se identifiquen con Judy Garland o Barbra Streisand. Mientras todo ese eco no se apague, y tal vez no lo haga durante décadas (o siglos), Judy Garland seguirá estando en ese pedestal. Este mes es prácticamente el suyo ya que nació un 10 de junio de 1922 y murió un 22 de junio de 1969, que como hemos dicho es la víspera del día en que empezaron las revueltas de Stonewall (23 de junio) que es ni más ni menos la fecha en que se celebra el día del Orgullo Gay. En esta sección de Santoral gay creo haber dado muchos argumentos para que personajes hoy más desconocidos como Magnus Hirschfeld, Jane Addams, Jean Genet ... sean considerados mucho más importantes para la causa homosexual que Judy Garland, que tampoco es que hiciera mucho por ello durante su vida, pero así se escribe la historia. Os recomiendo que echéis un vistazo a esos personajes importantes de Aniversarios y Santoral gay clickando en estas palabras de otro color. No es necesario aquí biografiar la vida de esta diva, por cierto gran actriz y grandísima cantante por si las palabras de arriba no lo dejaban claro ya que he organizado un discurso que nos llevaba a la infravaloración de Judy pero solo como icono gay, nunca como profesional (que quede claro). Si no la conocéis tanto porque sois de esa nueva generación, podéis investigar por internet empezando por la típica y sencilla entrada introductoria de wikipedia. Si soys de una generación más antigua no necesitáis ni wikipedia ni otras páginas más completas ya que seguramente seréis unas auténticas enciclopedias especialistas en ella (ja,ja,ja).
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