sábado, 18 de julio de 2009
Lectura homosexual de la película Perdición de Billy Wilder.
El cine negro fue siempre un caldo de cultivo para el desafío a la censura de Hollywood. Aparecían todo tipo de personajes que no podían pasar el corte en otras producciones, tal vez porque se consideraban marginales y se pensaba que no las veía el gran público. Los directores también se las ingeniaban para colar personajes gays de manera algo subliminal. Es muy evidente en filmes como El halcón maltés, El beso de la muerte, Gilda, Laura ... y ha sido estudiado desde hace tiempo por muchos autores; no es un delirio mio. Richard Dyer publicó hace no mucho un artículo titulado Queer noir (Cine negro desviado) que se puede leer en la Revista Archivos de la filmoteca de Valencia, en una recopilación de Alberto Mira titulada La mirada homosexual (octubre 2006). Richar Dyer se basa a su vez, aparte de su experiencia en el cine gay, en otros esyudios aparecidos hace más de veinte años como Something's missing here, homosexuality and films reviews during the production code era de Chon Noriega o Screening the sexes: homosexuality in the movies de Parker Tyler. En ellos se da cuenta de un gran número de interpretaciones gays de varias de estas películas. En el caso de Double Indemnity (Perdición) de Billy Wilder hay diversas consideraciones. El secundario Edward G. Robinson le dice continuamente al protagonista Fred McMurray que cree que su pareja es de las que bebe directamente de la botella, como insinuando que es un hombre. Le admira también porque es el mejor vendedor de seguros y cree que a veces se lía con alguna clienta para usarlas para sus fines. Obviamente una mujer le llevará a su perdición (¿mensaje de aviso de peligro?). Al final de todo se confiesa a Robinson sin que realmente hiciera falta (¿aprecio? ¿admiración? ¿amor?) De hecho siempre le apoya y no sospecha nunca de él, cosa extraña dado que es tan perspicaz (¿a veces el amor ciega?). Cómo véis hay muchos interrogantes, y es que estas cosas siempre son más sugeridas que evidentes. Cuando está a punto de morirse, el protagonista le dice a Robinson que no le descubrió porque estaba muy cerca, a una mesa de distancia, a lo que le contesta: "tal vez más cerca" (¿?) Analizad esta última frase como colofón. Sin duda Billy Wilder ha sido un gran finalizador de películas con frases ambiguas y antológicas como también aquella de Some like it hot (Con faldas y a lo loco): "Nadie es perfecto".
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4 comentarios:
hola Javi: jeje esta es de tachar? yo no vi nada de eso weno q vaya bien por alli abajo y hasta pronto...
me encanta ese tupe que luce la prota je je je, yo tampoc vi nada de eso, este que es un poco paranoico...muak desde abajo hacia arriba
ande andaras que no haces tu entradita diaria aunque ,me lo imagino...
vuelve a casa vuelve...
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