lunes, 9 de noviembre de 2009

Tarde de perros (Dog day afternoon, 1975) de Sidney Lumet

Hay actores que han tenido suerte con las películas que les ha tocado protagonizar o que han sabido elegir bien para tener una carrera coherente. Creo que en el caso de Al Pacino las dos cosas son válidas ya que, sobre todo al principio, no se puede escoger mucho y tal vez estuvo en el momento adecuado y en el sitio adecuado pero no es menos cierto que a partir de ahí se ha dosificado muy bien y hoy está considerado como uno de los grandes sin hacer mucho ruido mediático y sin ir de estrella por el mundo. En esta película de mediados de los 70 curiosamente su personaje está, todo lo contrario que él, en el sitio equivocado y en el momento inoportuno para acabar como reza el título en una tarde de perros lo que iba a ser un sencillito atraco de barrio. El dinero del mismo iba a ser para su familia y para un amante masculino que se quería hacer una operación de cambio de sexo (personaje interpretado por Chris Sarandon, al que vemos aquí abajo en una escena del film). Por este detalle que al principio de la película pasa desapercibido está mencionado en todas las antologías de cine de temática gay. Desde que aparece ese personaje de Chris Sarandon el resto de los protagonistas parecen cambiar de actitud ante él e incluso le toman cariño por ser gay. En el público que aguarda fuera del banco atracado también se instala un aire de cachondeo simpático y cuando cachea a un policía que quiere entrar a negociar se oyen varios silbidos de significación erótica y gritos que le animan a aprovecharse de ese cacheo. Además también se ha reunido un curioso grupo de la comunidad homosexual para apoyarle y corearle cada vez que sale. Por lo demás, estamos ante una de las películas clásicas de los años 70 con heroe de la calle y un tanto perdedor. Es una época muy realista, muy humana y muy agradable de ver ya que no estamos todavía ante películas de excesos de peleas y efectos especiales. En este caso es el guión el que va creando poco a poco la tensión y precisamente la academia de Hollywood lo apreció así y le concedió el Oscar de ese año. Aparte del guión, el director, el montador, la propia película, Al Pacino y Chris Sarandon fueron candidatos a los premios aunque en este caso se quedaron sin galardón. En la mayoría de ellos fueron derrotados por otra gran película significativa de ese crudo realismo como Alguien voló sobre el nido del cuco y Al Pacino en concreto tuvo que dejar paso al protagonista de esta: ni más ni menos que Jack Nicholson, otro actor con una trayectoria envidiable que no hace falta recordar. Para no terminar con esa otra película, retomemos la protagonista de nuestra entrada de hoy, Tarde de perros, para concluir que se trata de una de las mejores de la década y por supuesto muy recomendable de mi parte. Obviamente también merecería entrar dentro de las mejores de temática homosexual.

4 comentarios:

Rogelio dijo...

Que interesante Javi, si que recuerdo eso de la pelicula, un gran ejemplo de montaje y tiempo cinematografico. No se si aun no ha acabado el festival de cine LGTB en Madrid, tenias pensado venir? avisame eh? :-)

Saludos!
Rogelio

JAVI dijo...

Hola Roge. Al final no voy a Madrid. Otra vez.

William De Baskerville dijo...

Es una gran película, sin duda.

Una de tantas interpretaciones de A.P. que tambien me encantó, fué el papel que hizo en la mini serie "Angels In America" con Emma T. (entre muchos).

Saludos.

Anita dijo...

se hace claustrofobica a ratos pero tiene unos diálogos para morirse...una buena opción para cualquuier momento

beso