La Mostra presenta como estreno en España una producción del ya casi lejano 2006, lo cual dice bastante de la necesidad de festivales de este tipo para descubrirnos filmes que de otra forma no se podrían ver por aquí. Aparte de novedades, el equipo hace un esfuerzo por recuperar clásicos y cintas condenadas al olvido durante años. Esta edición marcada por el protagonismo galo parece muy adecuada para el pase de esta bonita y sensible producción francesa de Zabou Breitman, prolífica actriz metida desde hace unos años detrás de las cámaras. Como es norma de la casa, y debería de serlo para todos los críticos, no voy a desvelar demasiado de la trama. Simplemente apuntar que un hombre felizmente casado y con hijos entabla amistad con su vecino gay y empieza a cuestionarse la naturaleza de esa relación que parece demasiado intensa. La historia fluye pausadamente, con un continuo flashback que recuerda una conversación que mantuvieron durante una noche. Para amantes del cine francés, de las historias pausadas, bien guionizadas, con la información suficiente para que fluya la historia y sin grandes distracciones técnicas.
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2 comentarios:
Aynsss... qué bonita tiene que ser, tiene una pintaza. La acabo de ubicar para verla, ya te contaré. Pero así a bote pronto, me sabe un poco a "Los puentes de Madison" en clave gay, por lo que he leído en tu entrada.
Espero que el Orgullo Gay de Sitges sea un éxito (yo es una población a la que tengo mucho cariño, como sabes, por el festival de cine).
Me rechifla todo lo francés, jajaj. Ahora en serio, me la apunto. Bueno de hecho me voy a puntar todas las pelis de la Mostra porque últimamente estoy un poco pez con el cine gay...
Un abrazo!!!
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