En la anterior entrada hablamos del director ruso Sergei Parajanov y su ostracismo oficial por desidente y homosexual. En muchos países se silencia la homosexualidad y hoy estamos acostumbrados a oir a ciertos dirigentes, principalmente musulmanes, que eso no existe en su país y que es una enfermedad de ciertos países occidentales. La U.R.S.S. tan propagandista de aquella época también tenía cierto tabú con este tema pero no se ha superado del todo y sigue habiendo una cierta persecución. Tenemos reciente una prohibición de una manifestación gay que se había convocado el mismo día del Festival de Eurovisión, que este año se celebró en Moscú. Aunque no pudieron llevar a cabo esa manifestación, por lo menos sirvió para que se elevaran voces de denuncia de violencia policial en otras concentraciones parecidas y para que todos nos avergonzáramos de ese país no dictatorial en teoría pero sí en la práctica. Para paliar ese silenciamiento antiguo y los malos modos actuales, tenemos ya hoy unos cuantos libros que tratan la homosexualiad en Rusia, incluído uno que indaga especialmente en la época revolucionaria como vemos arriba.
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