Louise Brooks, mito erótico de los años 20

La protagonista de La Caja de Pandora, que comentábamos en la anterior entrada, merece una entrada propia hoy. Louise Brooks (1906-1985) fue un prototipo un tanto especial de lo que en aquel tiempo se denominaba vampiresa. Particular porque no era tanto una devoradora de hombres sino una mujer independiente y con mucha personalidad. Tanta, que fue de las pocas que hizo el camino inverso al habitual, ya que dejó Hollywood (ella era americana) para interpretar papeles más interesantes en Europa (como la película alemana mencionada). En Estados Unidos había rodado un filme muy popular: Una novia en cada puerto (1928) justo antes de viajar a Europa. Su vida fue curiosamente casi un calco de ese título ya que, en palabras de algún crítico de cine, coleccionaba maridos como si se tratara de objetos. Ello quizás le hizo popular para las feministas y lesbianas de la época, no por la frivolidad del coleccionismo claro está, sino por el hecho de poder decidir como mujer si quería estar con ese hombre toda la vida o no, cosa que era bastante difícil en otros países y culturas de aquellos años. Vemos por estas imágines que tampoco se cortó mucho y posó desnuda en diversas ocasiones. El pelo con ese corte tan particular, y sobre todo tan corto para la época (podríamos llamarlo casi a la garçon)tampoco pasó desapercibido y, como vemos, lo utilizó casi siempre como marca de la casa. Los años 20 fueron felices para Europa y Estados Unidos y también para ella pero paralelamente, como si el Crac del 29 le hubiera pillado a ella también a nivel de popularidad, casi desapareció en los trágicos 30 y buena culpa de ello se debe a que no le perdonaron su breve estancia en Europa. El bonito dibujo de la actriz que inicia este artículo lo hizo Roc Alemany para mi libro El Celuloide Rosa. Los capítulos del mismo comienzan con una ilustración de estas características de dos dibujantes: Roc Alemany y Dani Torrent. Por internet podéis visitar alguna página de ellos si os interesa.