La mayoría de obras de nuestro autor de la semana se han llevado a la gran pantalla y además han contado con los más grandes intérpretes del momento. La mayoría son también ahora reconocidas pero tengo que decir que en la adaptación hubo una vergonzosa heterosexualización temática que en algunos casos han dejado las obras muy "capadas". Aquí no hay espacio suficiente pero en mi libro "El celuloide rosa" está profusamente explicado. En la famosa obra "Un tranvía llamado deseo" el personaje que en cine interpreta Marlon Brando tenía una aventura homosexual y por ello enloquece su mujer, Vivian Leigh. Sin ese dato, la película es algo confusa y no vemos motivos para el desprecio de la mujer y su locura repentina. En la no menos famosa "La gata sobre el tejado de zinc" el personaje que interpreta Paul Newman también había tenido en la obra de teatro original un amante masculino y recibe un duro golpe cuando se entera de su muerte. En el filme también nos quedamos algo confusos cuando vemos los problemas de la pareja y no parecen venir a cuento los reproches de la mujer ante el hecho de que el marido no la desea. Se acaba arreglando más o menos con la insinuación de que es impotente. Las he vuelto a ver y realmente se salvan por las grandes interpretaciones pero es cierto que a veces no entendemos lo que está pasando (salvo que alguien te diga que en las obras originales entraba por medio la homosexualidad). Algo parecido pasa con "De repente, el último verano". Es una pena porque son películas ya canónicas pero poca gente sabe que tratan sobre los problemas de la homosexualidad y la incomprensión social.
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1 comentario:
En 1968 Joseph Losey filmó Boom! basada en una obra del autor, con Liz Taylor y Richard Burton...
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